¿QUIERES VENIR DE VIAJE CON DIOS?

La verdad está en la Biblia.

Vi esta foto y pensé en mí, en el anhelo tan grande que tengo de ver al Señor Jesús sentado en su trono. ¿Quieres montarte en el carro de la salvación?

Leyendo Hechos de los Apósteles he encontrado que si quieres conocer a Dios debes ver a Jesucristo. Sé que te has encontrado con varias personas que te dicen que hay tres en el cielo: un padre, un hijo y el Espíritu Santo y yo vengo a decirte que NO.

Cuando Juan se encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús, logró ver a Dios sentado en su trono y dice claramente:

“ A uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén”

(Apocalipsis 1: 13-18)

Él vio a uno, no vio a tres; Dios es espíritu y se manifestó en carne para que logres obtener la salvación de tu alma. ¿Sabes? Dios quiere salvar tu alma y como Él es espíritu tuvo que hacerse carne para que su sangre se derramara como el cordero que limpiaría el pecado del mundo… te digo esto porque Dios desde que creó el mundo buscó la forma de santificar al hombre y de consagrarlo para Él, pero al ver que se hacían sacrificios de corderos a diario pero el pueblo no cambiaba decidió hacer un solo sacrificio del hijo del hombre, donde su gloria sería manifiesta y lograr que se hiciera un único pacto donde todos podríamos entrar si nos arrepentimos, bautizamos en el Nombre de Jesús y recibiremos el Don del Espíritu Santo, este último no está afuera de Dios es el poder de Dios manifestado en nosotros.

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”

(Hechos 1:8-11)

No hay dos o tres, Jesucristo es Dios. La unidad de estas tres manifestaciones de Dios fueron consagradas en el Señor Jesús. No seas como los sacerdotes del concilio que nunca quisieron entender lo que Gamaliel les dijo: “Más si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios” (Hechos 5:39)