JESÚS
- Maira Alejadra Manosalva Rodriguez
- 27 oct 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 dic 2019
“Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno” (San Juan 10:28-30)

Jesús es Dios. Inicio con esta afirmación porque sólo Dios podría haberse hecho carne para darnos salvación y vida eterna. Es que piensa, solo el Espíritu de Dios podría darle a un simple mortal una vida eterna. “Dios es Espíritu, y los que le adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad” (San Juan 4:24) ¿Ves? Dios se convirtió en un ser humano como tú y como yo, para lavarte de tus pecados con su sangre limpia y sin mancha.
Espera, yo entiendo que me dirás: ¿Qué pecados?, yo no necesito salvación, yo lo que necesito es que quite el hambre, la pobreza, la desigualdad social y los maltratos del mundo. Perfecto, para todo eso Jesús es la solución, todo está escrito en su Palabra.
Volvemos a que me digas: Ese es un libro escrito por mortales y por gente de distintas épocas que no se conocieron. Allí está, el Señor Jesucristo es el primero en desacreditar las clases sociales, porque escogió de todas las profesiones, trabajos, pueblos, razas y capacidades para reseñar los misterios más grandes de este mundo; es decir, la desigualdad social existe, pero no es apoyada por el Señor. En segundo lugar, Cristo sabe que el hombre por su condición pecaminosa está enlodado de pecado, es cómo cuándo tienes unos zapatos nuevos y se te ensucian, tú buscas la solución en seguida para limpiarlos, es que son tu tesoro más preciado; el Señor Jesús quiere limpiarnos porque somos su creación perfecta y solo lo podía hacer por medio de su sangre que está limpia de pecado.
En efecto, sí necesitas salvación porque este mundo tuvo un inicio y tendrá un final, y quien lo hizo sabe el día y la hora exacta de su venida. Es como cuando vas a viajar en avión, sino tienes el tiquete no viajas, ¿y sabes algo? El boleto de la salvación solo lo vende Nuestro Señor Jesús.
En torno a las distintas situaciones a las que el mundo se enfrenta quiero decirte que si hay algo que el Señor Jesús hace en la vida de un hombre es dignificarlo, es cuidarlo, es respetarlo, es amarlo y sobre todo darle salvación porque la misión de Él, es salvar al mundo. ¡Óyeme, tú! no seas un poco descortés con la amabilidad del Único y Verdadero Dios (1 Juan 5:20) Él sí sabe tu futuro y tus pasos por eso te ofrece la salvación para que obtengas un 5.0 en el parcial final y ganes la carrera de este mundo que es más fácil a lado de Nuestro Señor Jesucristo. Entonces, aunque no lo pediste, disfruta y acepta este regalo inmerecido.
¿Lo notaste? “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” (San Juan 1:14) La verdad está en Jesús. (1Juan 5:20)
Ante todo, esto que expresé en estas líneas, no olvides que existe el libre albedrío y el Señor Jesús en eso es muy respetuoso, es decir, lo que tú decidas Él lo respetará, pero yo sí quiero decirte que no existe mayor verdad que Jesús es Dios, y solo en Él hay salvación.
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