AMOR PROPIO

¿Desde dónde lo construyes?

Mientras le contaba a Jesús en lo que quiero trabajar en mí desde Él, vino a mi mente la posibilidad que me da Cristo de ser realmente como soy sin juzgarme, más si me ayuda con cada consejo, palabra y acción a ser mi mejor versión.

Resulta que esta última frase es una de las que más resuena en las redes sociales y líderes del amor propio. Cuando hablaba con Jesús entendí que he sido víctima de los estereotipos de belleza porque soy delgada, pero realmente eso nunca me ha afectado lo suficiente, como sé que algunas chicas sí.

Voy a esto porque muchas mujeres hoy trabajan en su amor propio y validación de sus virtudes más que centrarse en sus defectos, ardua tarea. Yo he dedicado más de un año en orar, leer la palabra de Dios, escuchar atentamente las enseñanzas y en mi relación con Jesús para trabajar en mi amor propio y sanar heridas de palabras que me quebrantaron.

Llegué a esto porque el trabajo del amor propio debe ser en todas las áreas para que tu realidad sea efectiva en todos los aspectos de tu vida. Yo no trabajo mucho en la consolidación de mi amor propio hacia mi aspecto físico, pero si le dedico tiempo a conocerme, reconocer las actividades que hago a diario y valorarlas porque sé que tienen valor.

Los entornos en los que nos desenvolvemos pueden ser hostiles y pueden generarnos frustraciones al momento de fortalecer nuestro amor propio, pero te cuento que a mi me ha funcionado el método de Jesús, es decir, escudriñar la palabra de Dios y conocer como Cristo impulso a tantas personas siempre con palabras de ánimo, las ayudo a potenciar sus dones y sobre todo les permitió tener propósitos de vida valiosos; en orar y exponerle mis más grande anhelos con las lágrimas de las angustias de mi corazón, y congregarme para aprender cada día más a través de sus mensajes.

Hoy soy una joven con mayor conocimiento de sí misma y que ha encontrado en Jesús la base del amor propio.