TÚ

EL CORAZÓN ES DEVELADO ANTE UN TRONO.

Donde pones tu mirada encuentras una invitación a ser real, genuino o apreciar la felicidad de los demás. ¿Entre todo esto te encuentras a ti?

Es necesario que en medio de todo lo que enfrentas diariamente puedas encontrarte a ti, es complicado, pero necesario. Cuando Dios se manifestó en Jesús se encontraba a diario con Él y su misión en este mundo, pero su realidad estaba en Dios y esto hacía que fuera más fácil.

El mundo en general maneja muchas presiones, caras y dimensiones que pueden generar en nosotros un laberinto de nuestra propia esencia; lo que es devastador para nuestro crecimiento espiritual, emocional, profesional y personal. Sé que nos pasa a muchos y que el equilibrio es difícil de encontrar.

En Jesús es todo más claro porque es nuestro creador y conoce cada detalle de nuestro corazón, por esto la palabra de Dios en Proverbios 23:26, dice: “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”.

No deseo decirte mucho porque mis palabras son sin sentido para un corazón, pero la presencia de Dios es donde el alma reposa y encuentra paz. En lo profundo del amor de Cristo encontrarás tu verdadera esencia.